Una de les intencions amb les que torno cada any del curs residencial del SAT, o de diverses sessions de formació, és la de meditar. Em va bé, em calma, m'aclareix, em retorna a un tò corporal agradable i tranquil, em calma la ment. Em sento bé quan medito.
Quan torno al meu dia a dia, fins ara, no he incorporat la meditació dins de les coses que faig, dins de la meva quotidianitat. Si que dies puntuals, he meditat i he pogut tornar a aquesta sensació. Sé que és una eina que tinc, i que és una manera de cuidar-me i de nutrir-me.
Aquest matí he arribat a la pàgina del llibre que estic llegint, i tot just m'he trobat aquest text, que em torna a posar al davant, que si vull fer-ho, tinc les eines.
" (...) Cómo meditar (transcrit del llibre Sincrodestino de Deepak Chopra)
Nuestras mentes están constantemente activas, siempre saltan
de un pensamiento a otro, de una emoción a otra. Para establecer contacto con la inteligenci no
circunscrita –el alma universal que reside en nuestro interior y que es parte
de todos nosotros- es necesario encontrar un camino que vaya más allá de la
neblina de pensamientos distractores que normalmente la ocultan. Es imposible avanzar a través de esta barrera
tanto como lo es hacerlo en una neblina real. Si quieres ver al otro lado de la calle en un
día de niebla, nada físico que hagas podrá ayudarte. Debes esperar, paciente y tranquilo, hasta que
la nneblina se disipe y se vaya por sí sola. De vez en cuando se abren claros que te
permiten ver qué hay al otro lado. Lo mismo
ocurre con los pensamientos. Cuando estamos
tranquilos podemos encontrar momentos de silencio puro a los que llamo “claros”,
y a través de ellos podemos dar un vistazo al nivel más profundo del alma. Cada vistazo incrementa la comprensión;
finalmente, nuestra conciencia se expande.
El propósito de la meditación es dejar de pensar por un momento, esperar
a que la neblina de pensamientos se disipe y dar un vistazo al espíritu
interior. Para la mayoría es muy difícil
controlar el torrente de pensamientos. Los
principiantes pueden sentirse frustrados, pero la frustración es apenas otro
pensamiento, otra emoción que se interpone en el camino. El objectivo es liberar todos los pensamientos
con tranquilidad y mesura.
Una manera común de iniciar la meditación, consiste en
concentrarse en una cosa sin forzarse; de manera que sea más difícil que otros
pensamientos entren a la mente. A mí me
gusta empezar con una meditación de respiración. Para iniciar la meditación, encuentra una
posición cómoda. Siéntate en una silla cómoda
con los pies bien apoyados en el piso. Coloca
las manos en tu regazo, con las palmas hacia arriba. Cierra los ojos y presta atención a tu
respiración. Observa cómo entra y sale
el aire sin intentar controlarlo de ninguna forma. Tal vez notes que tu respiración se vuelve
espontáneamente más rápida o más lenta, profunda o superficial, o que incluso
se detiene por un momento. Observa los
cambios sin resistencia y sin anticiparte.
Cuando tu atención se desvíe hacia un sonido del entorno, una sensación
en tu cuerpo o un pensamiento de tu mente, haz volver tu conciencia, sin
forzarla, a tu respiración.
Ésta es la meditación bàsica. Una vez que una persona se siente cómoda con
sólo sentarse en silencio y concentrarse en su respiración, recomiendo agregar
un mantra, el cual crea un ambiente mental y permite expandir la conciencia. (...)"